lunes, 23 de septiembre de 2013

Libros y letras

De alguna manera a lo largo de mi vida he descubierto varios libros. Últimamente he leído más que de costumbre y otras veces no he leído lo suficiente, otras más no he leído lo que me gustaría. Y con el recuerdo y recuento de todos esos libros me doy claramente cuenta de que hay un gran vacío literario en nuestro país. Ya lo han mencionado tantas veces y México no es un país de lectores. Ese detalle me parece bastante triste y preocupante, sin embargo nadie puede fomentar más la lectura que nuestros propios padres desde la niñez.
Pero hoy no quiero hablar de los problemas que tiene México con respecto a la lectura de calidad (algo totalmente diferente a leer el Tv y Novelas), hoy quiero hablar de la gran importancia de la lectura. 
Por donde lo veamos la lectura siempre tendrá bastantes beneficios, no sólo físicos, también mentales. Sólo por mencionar unos cuantos está el beneficio de aumentar la agilidad mental ya que favorece la concentración y las conexiones neuronales; favorece las relaciones sociales porque al leer generamos temas de conversación que facilitan la interacción; reduce el nivel de estrés; activa el sistema visual y hasta podría ayudar al éxito profesional de las personas lectoras de acuerdo a estudios de la Universidad de Oxford. Y así podríamos seguir escribiendo muchos más, sin embargo creo que éstos son de los más importantes.
Ahora pensemos en todas las veces que hemos recurrido a la lectura para que nos ayude en algo. Puede ser tan simple como leer para pasar un examen, leer un instructivo para entender el funcionamiento de alguna cosa y hasta puede trascender todavía más como leer un libro de superación o escribir una carta para decir algo que no nos atrevemos a decir, al final de cuentas alguien lo leerá.
En mi personal experiencia la lectura me ayudó a salvar una vida. Recuerdo que mi papá tenía un libro de primeros auxilios en su librero, mi curiosidad me llevó a hojearlo y después a leerlo. Era un manual de la Cruz Roja, sencillo y explicado con muchas imágenes. Un día mi hermano menor jugaba con una canica, y en el momento menos esperado me di cuenta que no estaba respirando bien, hacía un ruido extraño y comenzaba a ponerse rojo. Miré para todos lados y no vi la canica así que supuse que se la había tragado. Mi cerebro reaccionó de inmediato y recordé la maniobra Heimlich contra atragantamiento y la apliqué como recordé. Inmediatamente la canica salio de la garganta de mi hermano y afortunadamente le salvé la vida. Puede sonar a mentira, puede sonar exagerado, pero es la verdad. Yo lo viví y la lectura te puede salvar la vida... Lean!





2 comentarios:

  1. Wow, que experiencia. Yo he estado leyendo libros de supervivencia y he aprendido a valorar la naturaleza más de lo que había imaginado. Buen aporte Sussie

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  2. Wow, que experiencia. Yo he estado leyendo libros de supervivencia y he aprendido a valorar la naturaleza más de lo que había imaginado. Buen aporte Sussie

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