lunes, 7 de mayo de 2012

Para Mary Luna






Yo sé que ya no vas a leer esto, yo sé que no tuve la oportunidad de volver a hablar contigo, yo pensé que te volvería a ver y sólo sería un recuerdo de un momento duro. Y tal vez de nada me sirva escribir esto, sin embargo estas en mis pensamientos, estás en mis oraciones y mando todos mis buenos pensamientos a tu familia. No cabe duda que la vida puede ser muy corta y que parecen pocos los momentos que compartimos, parece que las palabras no bastan y el tiempo que es relativo ahora se detiene. No sé como es eso de la muerte, nadie ha regresado de allá para contarnos como es. Pero lo que sea que tengas que pasar, Mary, de corazón que sea todo bueno. Tu ya dejaste este mundo material y has trascendido, dejaste huella y nos enseñaste cosas. Todos los recuerdos vienen a mi mente, nos hiciste reír, llorar y hasta enojarnos. Compartiste tu casa, tu tiempo, tu conocimiento, tus secretos y hasta tus chistes que siempre nos hacían reír.
Y al final esto es motivo de reflexión, para no callar lo que debemos decir, para no dejar las cosas al último y para no pensar que cómo somos jóvenes viviremos eternamente o que viviremos tantos años, uno nunca sabe que nos espera. Es por eso que siempre debemos estar en paz y en armonía, con uno mismo y con todo lo que nos rodea. Desperdiciar los momentos no sirve de nada y creo que de los peores errores en esta vida es omitir las cosas, dejar de hacer   es dejar de vivir.
Mary Carmen: Compañera, Amiga, Hermana, Hija y Madre. Como dice un amigo, acabas de despertar de este sueño, nosotros seguimos durmiendo. Te quiero y nunca te voy a olvidar. Descansa en Paz...