Últimamente me he preguntado mucho sobre el amor. Me he preguntado si en verdad me han amado y si de verdad lo he hecho. Continuamente vivimos en una nube que nos impide ver lo que realmente es y terminamos viendo lo que queremos ver. Ayer escuchaba una frase muy cierta, no podemos vivir mendigando amor porque entonces las únicas personas que vamos a atraer son personas que se aprovecharán de esa situación para lastimarnos, primero uno debe amarse a sí mismo. Tampoco es bueno creer que la persona con la que estamos es la única o la mejor, eso dependerá mucho del tipo de relación que haya en la pareja, pero sobre todo de las acciones. El ser humano tiene tanta porquería en la mente que arruina las cosas que valen la pena o peor aún, no es capaz de mantenerlas a su lado. Cada quien sabe que necesita, cada quien sabe que es lo que busca y si no llega es porque tal vez nos hemos negado (inconscientemente) a darle paso a algo nuevo. Nos hemos negado a tomar otra ruta, pero principalmente nos hemos negado la felicidad. Y a veces uno quisiera ver el amor como lo presentan en las películas, sin embargo la realidad no es así y algo que es muy cierto es que puede venir en muchas y distintas presentaciones. Nunca se sabe cual. Y sin intentar ponerme en una postura del clásico optimista puedo decir que cuando de tu mente y corazón tiras todas las cosas inservibles es cuando dejas espacio para las cosas buenas. Solo entonces es cuando lo que esperas por fin llegará...
