Este fin de semana pude contemplar una vez más las maravillas de la naturaleza, no hay cosa más perfecta y hermosa que cada parte de ella. Y todavía me pregunto ¿por qué parece que el humano se empeña en destruirla?. No encuentro una respuesta a esta cuestión. Todo está en perfecto equilibrio, somos parte de ella, cualquier cosa que hagamos altera el ciclo y por lo tanto a nosotros. Hoy en día ya tenemos bastantes consecuencias debido a los actos de contaminación y destrucción que hemos llevado a cabo durante tantos años. No sé como será en un futuro si todo sigue como hasta ahora, me queda claro que muchas personas han puesto su granito de arena para contrarrestar todos estos problemas, sin embargo todavía hay otras tantas que siguen sin hacer nada.
Es tan molesto ver a gente tirando basura en la calle, desperdiciando el agua, maltratando árboles, produciendo basura estúpidamente y creyendo que todo está bien.
¿Qué pasará el día que el agua ya no sea suficiente, el día que nos encontremos sepultados por la basura, el día que ni siquiera podamos salir de nuestras casas por la radiación solar, el día que ya no haya más oxígeno que respirar? Todo esto suena a película Hollywoodense pero si nos ponemos a ver las cosas detenidamente, al paso que vamos, esto puede ser una realidad. Una realidad que da miedo, que hace que nos ocupemos más por el bien de nuestra casa llamada Planeta Tierra y que nos hace parar esto que nosotros hemos empezado. Todo evoluciona y a ese paso debemos evolucionar nosotros, no sólo en cuanto a tecnología o descubrimientos científicos, también en cuanto los pensamientos y a esa parte que sólo nosotros como seres vivos poseemos:La conciencia.